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Las empresas y productores de alimentos deben ser conscientes de que la seguridad alimentaria no solo significa que se produzca suficiente comida y que todo el mundo tenga acceso a ella. También es fundamental que toda esa comida sea inocua para el consumo.

Según la OMS, las enfermedades transmitidas por los alimentos afectan a 600 millones de personas y causan más de 420.000 muertes cada año en todo el mundo. Los niños se llevan la peor parte, tanto en términos de mortalidad como de retraso en el desarrollo, que afecta a casi 150 millones de menores de cinco años y a menudo está causado por microbios peligrosos o parásitos que invaden sus comidas. El año pasado, por ejemplo, un brote letal de listeria fue el responsable de más de 180 muertes en Sudáfrica; casi la mitad, niños pequeños. La contaminación se generó en una planta de procesamiento que exportaba alimentos a 15 países.

Salvaguardar nuestros alimentos es una responsabilidad compartida y requiere un enfoque participativo, desde la producción al consumo

La creciente globalización de la cadena alimentaria supone que los riesgos de la comida insalubre pueden pasar rápidamente de ser un problema local a una emergencia internacional, exponiendo a la población mundial a graves amenazas.

Por eso es absolutamente fundamental que las empresas inviertan en inocuidad alimentaria.

La FAO trabaja en varios frentes para promover la inocuidad alimentaria. Uno de los más importantes es el Programa Conjunto FAO/OMS sobre Normas Alimentarias puesto en marcha por la Comisión del Códex Alimentarius, un organismo intergubernamental para el establecimiento de normas alimentarias. Sus estándares se publican en el Códex AlimentariusEste código alimentario cubre la totalidad de la cadena de producción y permite a los Gobiernos establecer estándares científicos aceptables internacionalmente y criterios para asegurar la inocuidad alimentaria y armonizar el comercio de alimentos a pesar de los nuevos desafíos y amenazas que continúan surgiendo.

El Códex ha trabajado en inocuidad alimentaria y comercio durante más de 50 años. Desde 1963, ha desarrollado cientos de estándares, directrices y códigos de conducta. Desde 1995 está reconocido por la OMC como el parámetro de referencia para las regulaciones nacionales de inocuidad alimentaria y como la base para el comercio internacional de alimentos.

Fuente: www.elpais.com/elpais/2019/02/12/planeta_futuro/1550000737_360839.html